Cuando uno ya ha
pasado los “ticinco” y lleva acumulada una vida de experiencias, una simple “junta
de amigos de la U” puede ser una experiencia profunda y especial. Sobre todo si
se trata de recibir a uno de los amigos que viene de lejos y hace unos cuantos
años que no lo has visto… Ponle la agravante que a estas alturas, todos tenemos
ene responsabilidades de familia y trabajo y hacer coincidir las agendas puede
llegar a ser una tarea digna de titanes o magos.