El fin de semana
pasado, de mano de una de mis amigas de infancia, recibí el mejor
regalo que podría haberme dado la vida. Ella, mi linda amiga, vino y en su
dulzura me regaló un fin de semana lleno de paz, genuina amistad, recarga de
pilas y la oportunidad de compartir con gente excepcional, de una calidad humana
increíble, de verdad que sí! Aun siento una hermosa carga de buenas
energías cuando me pongo a recordar. De hecho, mi amiga me había estado
invitando hace rato a las juntas de sus amigos en su casa, pero la verdad es
que mis infinitos compromisos nunca me dejaban el tiempo libre necesario para
poder ir, hasta que un día viernes por fin aparecí… Y de eso no me arrepiento
nada, nada, nada hasta hoy!!
Cuando llegué,
estaban los chicos solitos porque las “chicas” habían ido a buscar a una de las
invitadas. Así, en esos minutos preciosos, pude observar a los contertulios con
tranquilidad en su ambiente natural, sin querer dárselas de lindos. Al poco
rato, llegó mi amiga con el resto de las invitadas y la conversa fluyó alegre y
distendida alrededor de la mesa de la cocina y al calor de unos ricos ñoquis caseros,
preparado por uno de los invitados y que estaban francamente ¡¡DE-LI-CIO-SOS!! Me recordó a los que hacia mi mamá hace ene tiempo atrás. Lo
primero que me llamó la atención fue la inmediata conexión que sentí
con cada uno de ellos. Al parecer, todos compartíamos intereses y temas en
común. Lo otro que me gustó, fue el notable sentido del humor del grupo, rápido
y ágil. Bailamos y nos reímos hasta bien entrada la noche. Demás está decir que
esas horas pasaron volando.
De a poco, en dos
o tres juntas más, se consolidó el sentimiento de amistad y así nació la
espontánea idea de ir a la parcela de uno de ellos ubicada fuera
de Santiago. Incluso, tres de ellos se fueron acompañados por sus hijitas. Y yo, que al
principio me compliqué, al final pude sumarme también. De hecho, ese fin de
semana fue el mejor que he tenido en al menos 20 años. Así de simple.
Y este post es básicamente para agradecerles por su cariño y acogida. Cada uno de ustedes es un ser
maravilloso, lleno de sabiduría, de esa que nos da la vida cuando nos hemos expuesto
a ella sin salvavidas ni protecciones de ningún tipo. Obviamente, no puedo dar
más detalles porque cuidan mucho su privacidad, sin embargo,
quisiera hacerles un breve tributo a cada uno, usando sus nicks. Acá voy:
Morenaza: Eres la
primera, en esta lista y en mi corazón, sin duda alguna. Me has acompañado a lo
largo de mi vida de manera silenciosa y oportuna. Hemos hecho este viaje vital juntas pero no
revueltas. A veces nos alejamos, pero siempre hemos estado espiritualmente
cerca. Recuerdo cuando me acompañabas a mis clases de ballet en el Municipal y
cuando nos “arrancábamos un ratito” al Parque Forestal. ¿¿Cuánto teníamos
entonces?? 10 ó 12, nunca más que eso. Nunca me imaginé que te ibas a
convertir en mi guía y mi gurú, en mi guardiana y refugio, en mi luz y claridad.
Te debo mucho de lo que soy hoy. Y no sabes cuánto te lo agradezco.
Toquis: Eres el
que sigue (por razones obvias). Conocerte en la casa de mi amiga y captar tu esencia
fue una sola cosa. Aprecio y valoro tu entrega y tu cariño inmediato. La
sinceridad de tus opiniones y tu rapidez mental me dejaron gratamente
sorprendida. Venezuela perdió un ciudadano notable y Chile ganó un ciudadano
ejemplar. Gracias por tu linda amistad.
Iluminada:
Haciéndole honor a tu nick, despides pura luz y amor. Apenas nos miramos, nos
reconocimos en nuestra “brujilidad” y la empatía fue casi, casi instantánea. Eres
una mujer sensible, tierna e inteligente. Tienes virtudes celestiales y una
mirada cristalina, que solo es el reflejo de tu hermoso corazón. Para mí es un
honor ser tu amiga. De verdad, gracias por todo lo que me has entregado tan desinteresadamente y sin medida. Lo valoro muchísimo. Además, te admiro por lo
seca que eres en tu oficio.
Sexy Lady: Si,
eres tú, mi bella J. Lo que pasa es que no me gusta mucho tu nick para dejarlo estampado en este tributo escrito, ya que lo que se escribe, queda para siempre.
Cuando te conocí tuve la impresión que eras una mujer excepcional y luchadora,
y con el tiempo no hice más que confirmarlo. Eres dueña de una sensualidad notable que te hace ser una verdadera flor en medio de un prado
verde, verde. Por cosas de la vida, hemos compartido poco pero eres
absolutamente querible por esa espontaneidad, capacidad de asombro y maravillosa sonrisa que tienes.
Apretable: Eres
un gran hombre, por dentro por fuera, por arriba y por abajo, ¡por todos lados!
Vuelvo a repetir que tienes un cuerpo así de grande porque de otra manera no
podrías albergar tanto amor y ternura. Eres admirable. Tu generosidad no tiene
límites y conozco a pocos hombres con la capacidad que tienes tú de disfrutar
como lo haría un niño pequeño. Tu mirada, tu cara, tus preguntas y tus chistes -
geniales y blanquitos- que nos hacen
tanto reír no hacen más que confirmar que de verdad eres un “apretable”. También
admiro tu franqueza y claridad de postura frente a la vida. Gracias por tu
transparencia, honestidad y enorme cariño. ¡¡Eres un protector nato!!
Woody: ¡¡¡Eres lo
más lindo del mundo mundial!!! Claro, te vi un poco empaquetado al principio
pero después supe y entendí que estabas pasando por momentos realmente difíciles.
Además, no me olvido que gracias a ti pude ser incluida en la reunión donde los
conocí, gracias a esa controlada coquetería de la que haces gala y que a nadie
le cae mal. Me siento súper privilegiada por haber visto tu evolución y “desestructuramiento”.
Y también es un honor haber colaborado con mi granito de arena para
que volvieras a creer en la amistad. Ah!!! Y me encanta haber sido la
responsable de meter el bichito del baile en ti. Gracias por ese gran y rico
abrazo que nos dimos y gracias por tu tremendo talento fotográfico, que nos
permitió dejar plasmado los bellos momentos compartidos para la posteridad.
Papurri: Sin duda
el más coqueto del grupo. La primera vez que te vi, me abriste la puerta en la
casa de mi amiga e inmediatamente adoptaste la postura de “muérete nena, soy un
rock star”…. Pero al poco andar, dejaste ese personaje para dar paso al
extraordinario y talentoso hombre que de verdad eres. Tienes tus momentos de
recaída al rol de “macho alfa seductor” que te valió más de un “pape” pero
cuando te recuperas, llegas a ser, de
verdad, adorable.
Negro: Para mí,
al principio, eras el más “callado” y tímido de todos, y después me di cuenta
de lo MUY EQUIVOCADA que estaba. Acelerado a morir, dueño de una verborrea que
me gana por goleada (¡y eso ya es harto decir!) cuando hablas no te para nadie y
te has ganado varias reprimendas por eso. Sin embargo, cuando logras poner en paz ese espíritu inquieto y acallar las miles de voces que te acosan, aflora el
hombre sensible y humano que todos quisiéramos ver más seguido.
Y para el final
deje a las princesitas, a las mini brujitas, las hijas de algunos miembros del
grupo que nos acompañaron al finde familiar. Ellas fueron – sin la menor duda -
la dulce guinda de una torta de amor increíblemente grande y maravillosa.
GRACIAS, GRACIAS,
GRACIAS TOTALES a todos y cada uno. No tienen idea de la inmensa contribución
que han hecho a mi vida y la exquisita experiencia que fue disfrutarlos a todos,
espontáneos, alegres y desestresados. Tal como niños… Un poco traviesos, pero
niños al fin y al cabo.
Resumiendo, El
paraíso existe, el cielo existe y los ángeles también. Yo me fui de paseo con
algunos de ellos al Jardín del Edén y viví para contarlo. Les amo a todos, de
verdad, con todo mi corazón.